Siempre pienso que algún día leerás todo lo que te escribo, a veces hasta pienso en esconder mis cuadernos porque me pongo en tu lugar y no tengo claro si querría saber todos los pensamientos que he ido teniendo. Cuando llegue el momento veré que hago con ellos. Y lo mismo con mi anterior blog y con este. Ayer te escribí una carta tan personal que decidí dejarla guardada en borradores.
Hoy he decidido que necesito exteriorizar todos mis sentimientos, sincerarme conmigo misma y contigo, mi hijita.
Cuando tu hermanito tenía 14 meses decidimos tu padre y yo iniciar tu búsqueda; Yo lo veía un poco pronto pero tu padre ya llevaba meses deseando ampliar la familia. Dábamos por hecho que tardaríamos en conseguir el deseado embarazo, así que pensamos que era un buen momento para empezar. Hacía años que los médicos de una prestigiosa clínica me habían advertido de que tenía los ovarios poliquisticos y de que una especie de cinturón rodeaba mis ovarios formando una barrera que a cada año que pasase haría más complicado un embarazo, que si no lograba quedarme embarazada que estuviera tranquila que con medicación u otros tratamientos podría conseguirlo...Vamos, me lo pintaron muy-muy feo, pero nosotros decidimos ir a por tu hermanito también sin prisas y sin agobios y al segundo ciclo ya teníamos el positivo ;). Tu llegaste todavía antes, el mismo mes que empezamos la búsqueda, en fechas poco probables de encontrarte...¡¡Zass!!¡¡Dimos en el clavo!! Se ve que tu tenías también muchas ganas de formar parte de nuestra familia y no esperaste más.
Al ver el positivo no me sorprendí demasiado ya que sentia cambios en mi cuerpo, fui a la habitación donde tu hermanito y tu padre jugaban y les dije; "Tengo dos buenas noticias" Al escuchar eso, a tu padre se le ilumino la cara, ya sabía por donde iban los tiros porque un día imaginando ese positivo le mencioné que así les daría la noticia, así que grito ¿¿De verdad?? Y yo termine la frase;" Nene, vas a tener un hermanito o una hermanita (o dos!) y tu vas a tener otro hijo o hija". Lo celebramos, nos alegramos y, porqué no decirlo, yo empece a preocuparme por como cambiaría nuestras vidas mientras que tu padre imaginaba la vida aún más completa y feliz.
Y yo también sabía y se que la vida será preciosa, más completa, más intensa...Y que es fantástico que tu hermano y tu os vayáis a llevar tan poco tiempo para poder compartir mil momentos mágicos, que os vais a acompañar toda la vida, que vamos a jugar, reír, pelear, llorar...¡Vivir! todos una etapa maravillosa. Pero por algún extraño motivo me pueden taaaanto los pensamientos negativos, las preocupaciones, el miedo a no saber como hacerlo, de no poderos dar a cada uno lo que necesitáis, de no estar a la altura, de perder la paciencia, no tener energía y de que los pensamientos negativos ganen la batalla a los positivos.
Hoy he estado pensando que ambos sentimientos o pensamientos no deben de enfrentarse en ninguna batalla, sino que deben de aprender a convivir y estoy empeñada en lograr ese equilibrio.
No puedo decir que os quiero a los dos por igual, solo puedo decir que a los dos os quiero muchísimo, pero de distinta manera y a veces me siento mal por decir esto en voz alta, pero es cierto.
Estoy ya de ocho meses y aún no he logrado conectar contigo, con tu hermano me pasó igual pero sé que eso, llegado el momento, no sirve de excusa, estas dentro de mi, te noto, te siento, te acaricio, pero aún te percibo lejana, como si estuvieras de camino..¡Y es que ya estás aquí! Con tu hermano agradecí tanto que se atrasase su nacimiento casi dos semanas...el ultimo mes o las ultimas cuatro semanas fue cuando más conecte con él y tengo la esperanza de que contigo me ocurra igual.
¿Y por qué no soy capaz de conectar? Seguramente porque siempre he sido una persona que no ha mostrado sus sentimientos, porque me habían enseñado que mostrarlos era de personas débiles...También probablemente sea por el miedo a que algo vaya mal durante el embarazo o el parto y sufra aún más (siendo consciente de que esta falta de conexión magnificaría aún más el sentimiento de culpa, pero qué le vamos a hacer, mi cabeza todavía funciona así) Y, como no, porque a veces tengo esa asquerosa sensación de que nos hemos precipitado, pienso que tu hermano es muy pequeñito, que tanto tu como él vais a necesitar muchas atenciones, a veces también siento que tu llegada va a hacer todo más complicado..¿Cómo puedo pensar eso? y hablo de tu llegada, que es fruto de nuestra decisión, no de ti, porque tu nada malo nos puedes aportar. El sentimiento negativo es ante mi, ante esa decisión que tomamos, y es porque deseo daros a los dos lo mejor y me veo a veces tan incapaz...
El embarazo va pasando y apenas me estoy dando cuenta, todavía no hemos terminado de decidir tu nombre, y en mi imperiosa labor de echarme piedras a mi misma me pregunto si esta indecisión se deberá a que no te quiero lo que debería, a que en el fondo mantengo la esperanza de que me digan que eres un niño..Y estas cosas me las digo para hacerme daño a mi misma sin darme cuenta ( o si, siendo consciente) de que algún día si lees este tipo de cosas pueda herirte...Y luego viene a mi la sensatez y me digo que todo lo que siento tiene origen y final en mi. Que tu eres mi niña valiente que se lanzó a venir a esta locura de familia, que estas muy concentrada en crecer y en prepararte para la vida que está apunto de empezar, que a ti ni te van ni te vienen mis tonterías y que yo soy así de puñetera conmigo misma.
Y ese es uno de los puntos fuertes de mis inseguridades; Temo verme reflejada en ti, temo ser tan dura contigo como lo he sido conmigo, temo hacerte pasar por lo que yo he pasado, temo dejarte como herencia nervios y ansiedades, temo dejarme llevar y creer que tu vas a percibir la vida como yo lo hago, temo convertirte en una prolongación de mi misma, y todo eso, aunque sea duro reconocerlo, lo temo porque eres niña, como yo lo fui.
Un día en una formación sobre psicología, la terapeuta nos llevo a nuestra infancia, a imaginarnos pequeños, indefensos, y a entregarnos a nosotros mismos un objeto de manera simbólica que nos protegiese, a darnos la mano, guiarnos, cuidarnos...y eso fue muy revelador para mi, quizá no me interesaba especialmente cuidar de la adulta que era, pero si de mi niña interior, y empecé a cuidarme más y a considerarme un poquito importante, no una prioridad, pero si empecé a mirarme a mi misma. Para mi tu eres una prioridad y no dudo de que te cuidaré con toda mi alma y con todas mis fuerzas.
Y esto del genero es algo sobre lo que he reflexionado mucho, y desde lo positivo creo que el hecho de que seas una niña me va a obligar a movilizar muchos sentimientos que tengo guardados o incluso sepultados, creo que puede ser muy positivo para mi, que gracias a ti creceré y mejoraré no solo como madre, sino como persona y mujer, pero a veces me entra la duda y pienso en lo cómodo que habría sido que fueras niño...aunque claro, nunca me decanté por lo sencillo.
Así que pienso que has llegado a nuestras vidas para revolucionarlas, en el buen y mal sentido de la palabra. Tengo que perdonarme a mi misma por tener pensamientos del tipo "Me he precipitado" "No debimos correr tanto" "Si me falta energía para cuidar de un torbellino, ¿Cómo cuidaré de dos?" " ¿Cómo me las apañare con la teta?" " ¿Que le he hecho a Nene?" "¿Sufrirá mucho Nene? Y la Nena ¿ Se sentirá querida?¿O se sentirá una sombra como yo?" Tengo que perdonarme, si.
Debo agradecerte porque ya desde antes de nacer me has hecho replantearme cientos de cosas, he removido sentimientos, levantado postillas..Y hacer eso duele, pero es necesario y sin ti no lo habría logrado, porque además de pensar esas frases entrecomilladas también pienso otras de este estilo " Es el momento perfecto" "Fue una decisión muy meditada" "Sacaré energía de donde no la tenga, será un precioso reto" "Me las apañaré como sea y haré lo que tenga que hacer para darle a cada uno lo que necesite de mi, ya sea teta, abrazos, sonrisas o suspiros" "Al Nene no le he hecho mayor ni le he hecho ninguna faena, a ambos les he hecho el mayor de los regalos; Una persona que te acompañará toda la vida, para lo bueno y para lo malo" "El Nene no sé si sufrirá, lo que si se es que le costará más o menos adaptarse a la nueva situación, igual que al resto, pero con la diferencia de que es pequeñito y no podrá expresarse de la misma manera que lo haría de más mayor" " La Nena se sentirá querida, por supuesto que si, porque con su hermanito tenía el mismo miedo, con su hermanito me pasó igual y aunque parezca imposible cada día le quiero más y más y maaas, y a ella igual y sin pretenderlo ni esforzarme se lo mostraré, porque por fin mis sentimientos fluyen de manera natural" "No sé como se sentirá porque eso es algo muy personal, pero si se que para mi nunca será la sombra de nadie y que haré todo lo posible por iluminar su vida, ella no es yo".
Y así pasando de unos sentimientos a otros avanza nuestro embarazo. Pero ya está. Eso es lo que siento.
Nota: Los sentimientos encontrados no son solo los que están enfrentados entre si, sino aquellos que existían en algún lugar y son encontrados para pasar a ser aceptados.