jueves, 11 de diciembre de 2014

PENDIENTES


Cuando era pequeña pensaba que las niñas nacíamos con los agujeros de las orejas y por eso llevábamos pendientes. Era algo sencillo.

Con el tiempo he podido comprender la complejidad de este acto, lo que simboliza y, lo que más me preocupa, la poca importancia que se le da, de tal manera que los padres ni se plantean el porqué de esta "tradición".

En la mayoría de culturas se utiliza la perforación para indicar el paso de la niñez a la edad adulta, como símbolo de pertenencia a una tribu, como parte de su creencia religiosa, para mostrar su estatus social...Etc, En nuestra cultura, el motivo de peso es porque quedan bonitos o porque se ha hecho toda la vida, ambos argumentos muy sólidos.

El trasfondo de este acto puede ser variado; la mujer necesita ser decorada para verse bella, es necesario diferenciar a las criaturas desde bebés, la mujer debe sufrir desde sus primeros días de vida, debe de ser marcada sin tener en cuenta sus emociones o deseos, se le deben de poner los pendientes como en Alemania se ponían estrellas, que quede claro quien puede decidir y quien no...Si, todos parecen motivos exagerados y un tanto paranoicos, y no pienso agarrarme a ninguno de ellos si llega el momento de tener que defender nuestra decisión.

No le vamos a poner pendientes a nuestra hija porque así lo hemos decidido, porque nos parece una soberana tontería - y si además de ser innecesaria esa tontería infringe dolor pasa a ser una estupidez- que es totalmente prescindible.

Sabemos que nos preguntaran decenas de veces si nuestra hija es un niño, ya tenemos experiencia en el tema, de manera constante nos preguntaban si nuestro hijo era una niña ( Y eso que tampoco llevaba pendientes ;) ) y para nada nos ofendía, porque siendo bebes y yendo vestidos, ni se sabe si son niños o niñas, ni se tiene porqué saber.

¿Y cuando le vais a poner los pendientes? Pues como cualquier padre o madre, me gustaría que mis hijos no experimentasen dolor alguno, así que si por mi fuera nunca. Tampoco será cuando ellos lo pidan, a no ser que vea que es mayor el sufrimiento por no llevarlos que por ponérselos. Lo ideal sería que tomaran su propia decisión con un mínimo de madurez, da igual sus motivos, pero al menos que sea una decisión meditada, y entonces, muy a mi pesar, les acompañaremos a ponérselos o les aconsejaremos a donde ir...Tanto si es mi hijo como mi hija quien decide perforarse,-aunque, vuelvo a repetir, preferiría que no llevaran piercings, ni tatuajes, ni cicatrices- o llevar alguna señal en su cuerpo,espero que tenga un importante significado para ellos, aunque el resto del mundo, incluida la madre que los parió,no lo comprenda.

P.D.; Hijos míos, si algún día leéis esto espero que entendáis que la decisión que vuestro padre y yo tomamos no fue por rebeldía, ni por intransigencia, simplemente primó el respeto por vuestro cuerpo y por vuestra integridad.


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